El
reporte de la ONPE al 100% de las actas digitadas (aún faltan más de 100 actas
observadas) ha dejado una estela de llanto, desilusión, berrinches, pataletas,
reclamos, promesas incumplidas y deudas, muchas deudas.
En el
ámbito distrital, aún persisten los reclamos en Yanahuara que llevo a la
reelección a Elvis Delgado, inicialmente quienes reclamaban eran sus más
cercanos contendores (se llevan 1% de votos entre ellos) Milton Vera y Anghelo
Huerta, aunque un par de días después se unió, claro está, con menos opción,
Roger Cáceres, el asunto es que el tema de los votos golondrinos en Yahanuara aún
tiene para rato, en este distrito últimamente salió una especie de colectivo
“Todos contra Elvis” que tiene la finalidad de declarar la nulidad de las
elecciones en este distrito.
Igual
situación se da con José Palomino reelecto alcalde de Quequeña, aquí se insinúa
que la ONPE indujo al error al elector porque supuestamente las cedulas de
Quequeña fueron enviadas a San Juan de Tarucani y viceversa, algo que ha sido
descartado finalmente por Emerson Rios, Jefe de la ODPE Arequipa.
En la
elección provincial, algunos personajes siguen llorando como magdalenas y propugnando
“Zegarra no nos representa porque el 75% de Arequipa no lo respalda” pregunto
¿los ex candidatos provinciales, acaso no conocían las reglas de juego? ¿desconocían
que se gana por mayoría simple? ¿Pensarían igual si ellos hubieran sido electos
con 25%? Sinceramente, lo dudo.
La
cosa se pone color de hormiga en la elección regional, sobre todo en la segunda
vuelta, Ismodes vs Osorio, fuera de los simpatizantes, cargadores y ayayeros de
ambos, se está promoviendo días atrás un movimiento que propugna el voto blanco
o viciado para anular las elecciones, del cual soy un férreo opositor por la
simple razón de no solucionar absolutamente nada.
La
Ley Orgánica de Elecciones (L.O.E.) indica que una elección se puede anular
siempre y cuando los votos nulos o viciados y los votos en blanco sumados, por
separado o en conjunto sumen 2/3 partes de los votos emitidos, es decir el
66.6%, si entre Ismodes y Osorio suman 41% de los votos, queda un 59%, lo cual
es insuficiente para anular las elecciones, salvo que el 10% de los que votaron
por Ismodes u Osorio decidan cambiar de opinión y viciar su voto, algo que
francamente es improbable
En el
supuesto que se logren anular las elecciones, absolutamente ningún artículo en
la L.O.E. impide que al convocarse nuevas elecciones los actuales candidatos
(Ismodes y Osorio) no puedan presentarse nuevamente, en ninguna parte de la
L.O.E. se indica que las nuevas elecciones deban ser obligatoriamente con
nuevos candidatos.
Otro
detalle es que las elecciones que serían anuladas serían las de Presidente Regional,
porque las elecciones de alcaldes distritales y provinciales ya fueron validadas,
esas elecciones nose anulan aun si en la segunda vuelta se logre más de las 2/3
partes de blancos o viciados, porque se trata de elecciones diferentes aunque
se llevaron a cabo el mismo día.
Parte
de la democracia es respetar la decisión popular y las reglas de nuestro
sistema electoral, sin embargo algunos políticos disfrazan su preocupación por
las deudas de campaña que deben afrontar y que no tiene como pagar con un sentimiento
de resentimiento que creadesazón en la población, si fuiste candidato y perdiste
pues, caballero, apechuga no más y junta platita para la campaña del 2018.
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