Es el
decimo mes del año, sin embargo tengo la sensación que ya es fin de año, quizás
sea por la publicidad de panetonesy ofertas navideñas que inundan la TV, eso
genera en mi un sentimiento de ¡Hey, me están robando un par de meses de mi
vida!
Pero
esta sensación es desde principios de año, ni bien disfruto enero, ya me
arrebatan febrero, porque empiezan a bombarderame con publicidad de uniformes,
cuadrenos, colegios, cartucheras, mochilas y demás, es decir adiós paz porque
debo preocuparme por el inicio del año escolar.
En
abril la publicidad me arrebata la paz porque me recuerdan a cada instante que
debo comprar un bonito regalo a mi mama, esposa y todas las madres de mi
familia y entorno, lo mismo sucede en mayo, apenas culmina el dia de la madre
me recuerdan insistentemente que ya debo hacar comprar para el dia del padre.
En
Junio soy nuevamente bombardeado por publicidad de circos, ofertas y consejos
de como gastar mi gratificación y por supuesto me recuerdan que debo comer mi
paneton de medio año, de lo contrario no soy un buen peruano.
Bien,
llegamos a medio año, pero aun no puede descansar, claro, es julio y ya me
presentaron la cartelera de las fiestas de Arequipa, asi que a cada momento me
recordaran que debo salir el 14 de agosto para no sentirme como un marciano.
En
agosto debo pensar el la fiesta de la juventud de mi hijo, paesos y todo lo que
ello implica para setiembre porque semanalmente la “miss” me recordara que se acerca
el paseo de setiembre.
En
Octubre fuera de empezar la publicidda de panetones y otros efectos navideños,
debo resolver el dilema de celebrar Halloween o Dia de la Cancion Criolla,
noviembre es algo asi como diciembre chico, porque debo eme´pzar a hacer mi
lista de regalos, en conclusión ni un solo mes puedo descansar por el
consumismo que me “consume”.
Lo cierto es
que “se nos acabó el año”, esa es una frase que hoy se escucha por todos lados,
es que parece que a medida que vamos envejeciendo el tiempo se nos pasa más
rápido de lo que quisiéramos.
El tiempo
parece que tiene más que ver con el uso que hacemos de él, más que con la
objetividad de sus mediciones. Creo que los seres humanos en general somos
malos en la administración de éste y siempre tenemos la sensación de que
escasea cuando lo que en realidad ocurre es que vamos teniendo otras
prioridades.
Es por esto que
a mi entender no es valido decir que no tenemos tiempo, debiéramos decir que
tenemos otras prioridades, y por lo tanto lo real es que no nos hacemos el
espacio para lo que probablemente sea importante porque estamos tapados de
cosas urgentes.
Creo que
tenemos que aumentar la cantidad de preguntas diarias con el fin de ejercer de
mejor manera nuestra libertad. Claramente preguntarnos si queremos o podemos
hacer regalos de navidad parece ser políticamente incorrecto, pero creo que son
ese tipo de preguntas las que hoy necesitamos hacernos para evaluar nuestro año
con toda libertad.
Si fuimos o no
felices, si hay cambios que hacer para el próximo año, si tengo que tomar o no
decisiones de cambio nos ayudarán a evaluar nuestras vidas desde lo profundo y
no sólo desde las cosas que nos ocurrieron.
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