El titulo, para no
confundir” alude a Daniel Urresti, el mismísimo engreído de Palacio de
Gobierno, el todopoderoso Zar de la Seguridad, twittero empedernido y
facebookero frustrado, el mismo que viste y calza y el motivo es que está de
moda pues, no hay que negarlo.
Hace poco leí una nota del
Diario Correo, que según señala se basa en documentos oficiales del Ejército,
daba cuenta que el Ministro del Interior Daniel Urresti había seguido el curso
“Operaciones Psicológicas – Oficial de Inteligencia – escucha” en la “Escuela
de Operaciones Psicológicas del Ejercito” (recién me entero que existe).
Mientras
Urresti se presentaba con Tania Quispe para explicar el reglaje hacia su
familia, se enfrascó en una pequeña
bronca con la periodista Patricia
del Río en RPP,cuando ella le preguntaba si todo el tema del
reglaje merecía o no una investigación. En vez de responder directamente,
Urresti se fue por las ramas, y ante la repregunta, la entrevista acabó
penosamente cuando ella le hizo el pare (le dijo que la tratara de “Usted”)
Para explicar esto es
necesario resaltar que durante seis meses el
ministro fue entrenado no solo en
análisis de medios de comunicación (algo así como monitoreo de
medios), sino también en cómo
responder y contrarrestar la noticia. Esto, según las fuentes Correo,
explica por qué Urresti ha iniciado un operativo dedicado a fabricar
distracciones (es decir sus pachotadas y bravuconadas, al parecer no son
espontaneas), más bien todo está “fríamente calculado”
Sus ataques en Twitter entonces debo entender que
tampoco son casuales todo es un plan para desviar la atención ¿difícil de creer
no? y hemos visto cómo al mismo tiempo evita ser directo sobre los dos temas
sensibles que en este momento tiene al gobierno preocupado: Martín Belaunde y
los reglajes.
Precisamente
sobre el reglaje En el caso de la SuperIntendenta de la SUNAT Tania Quispe (prima de
Nadine Heredia), como también en los
casos de Jorge del Castillo, Natalie Condori, Jorge Paredes Terry y Cecilia
Tait, queda claro que el objetivo era que un medio de comunicación
terminara publicando los
expedientes armados por los espías al servicio del nacionalismo: el plan,
puesto en marcha hace dos años, pasaba porque fuera la propia prensa quien
acusara a los opositores al régimen de usar influencias, dineros o bienes del
Estado. El desprestigio
es el mejor camino para
deshacerse de los contrincantes políticos.
El reglaje, lo quieran aceptar o no, es una práctica
que lo hicieron también gobiernos anteriores, hubieron indicios, nunca pruebas
(de lo contrario de que Servicio de Inteligencia hablamos, si se dejan atrapar
hasta por el guachimán de la cuadra).
El problema es que en este gobierno se hace reglaje no
solo a la oposición, si no, increíblemente a gente de su propio entorno, a gente que supuestamente es
de confianza como la mismísima Vice Presidenta Marisol Espinoza, la pregunta es
¿a qué o a quien le teme Ollanta Humala?
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