Vaya
pregunta ¿Pero alguien tiene que hacerla no? Porque el pasado sábado 28 se
reealiazo la marcha por la vida, promovida en Arequipa por el Arzobispado (no
me digan que no pues) además que algunos colegios católicos obligaron a sus
alumnas y alumnos a cudir a esta marcha (¿y si no estoy convencido? Nada
pues,jalado en religión)
Existe también el otro lado de la moneda, aquellos que están a favor del
aborto producto de una violación sexual, somos democráticos, entonces
escuchemos ambas posiciones.
Actualmente
en el país solo está permitido el aborto terapéutico, es decir, en los casos en
los que la vida de la paciente está en peligro.
Al ser
consultada sobre el mencionado anteproyecto, la Exministra Omonte refirió que este era “un tema humano” y
que había que “evaluarlo desde todos los ángulos”.
“Hay
que analizarlo con humanidad, solidaridad y con espíritu cristiano”, indicó tras señalar que es un punto que se viene
analizando desde hace mucho tiempo.
Por ello este Este 28
de mayo (faltan 2 meses) , se celebrará el Día Internacional de Acción por la
Salud de la Mujer, una fecha de reflexión sobre las políticas de salud para la
población femenina mundial. En el marco de esa fecha se está organizando una
masiva recolección de firmas para aprobar un proyecto de ley que ampare a las
mujeres peruanas víctimas de una violación.
La despenalización del aborto es, en general, un tema
polémico que suele enfrentar a las organizaciones feministas y de defensa de la
libertad sexual con agrupaciones religiosas de probada influencia en la
política (Cipriani, Del Rio Alba). La generalización del término “aborto”, técnica
usada ampliamente por movimientos “pro vida”, se ha decantado en el olvido de
un derecho inalienable de la mujer: el de decidir qué hacer con su cuerpo.
¿A qué ha llevado esa generalización? A que dramas como
los embarazos producto de violaciones trunquen la vida de muchas mujeres,
muchas de ellas demasiado jóvenes –mental y físicamente– para afrontar una
violación, a lo que se suma el engendrar a una criatura no deseada, o el
intento de un aborto clandestino.
Diversas instancias internacionales de derechos humanos,
entre ellos el Comité de los Derechos Humanos, el Comité para la Eliminación de
la Discriminación hacia la Mujer, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales e incluso el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas, han
instado en el pasado y recientemente al Estado peruano a revisar su legislación
penal y despenalizar el aborto por violación.
En ese contexto, la campaña “Déjala decidir”, impulsada
por diversas instituciones y colectivos como el Centro de la Mujer Peruana
Flora Tristán, CLADEM Perú, Demus, Movimiento Manuela Ramos, Católicas por el
derecho a decidir y Promsex, busca la posibilidad de que mujeres embarazadas
por uno de los actos más violentos –contra su dignidad y libertad– puedan
decidir llevar o no adelante ese embarazo.
Finalmente, el objetivo no es promover que existan más
abortos, indiscriminadamente. El objetivo principal de la campaña es la
recolección de firmas para buscar la aprobación de un proyecto de ley que
estipule que las mujeres peruanas víctimas de una violación puedan tener el
derecho a DECIDIR sobre sus vidas, legalmente y no al margen de las normas.
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