La
semana anterior se aprobó por unanimidad en el seno del concejo municipal la
Ordenanza mediante la cual se peatonaliza el perímetro de la plaza de armas, además
de declarar su intangibilidad como parte de la preservación del centro
histórico.
Como
era de esperarse esta decisión (que en lo personal me parece adecuada) trajo
voces a favor y en contra, entre los argumentos a favor tenemos “no más marchas
en la plaza” “se congestiona la plaza” “es hora de ordenar el centro”; y argumentos
en contra “tendré que caminar para llegar a la catedral” “cuando salga del súper
cargare las bolsas 2 cuadras” “los taxistas subirán sus tarifas”, etc.
Como
lo indique líneas arriba, yo estoy de acuerdo con la peatonalización, aunque no
necesariamente con el cambio de sentido de algunas vías propuesta por la
municipalidad que más parecen medidas apresuradaspara salir del paso que
decisiones que respondan a un plan bien estudiado y seguramente algunos estén
de acuerdo conmigo, pero ¿Por qué?
Primero,
está demostrado que con cada peatonalización la trama urbana se mejora (ejemplo
calle mercaderes). La calle se convierte en más amigable para poder cruzar por
cualquier parte sin pensar en que va a venir un auto o moto y el peatón gana el
espacio anteriormente ocupado por estos.
Es
típico que en las peatonalizaciones se instalen bancas y ornamentos florales
caso mercaderes nuevamente aunque no tiene bancas) o en su defecto árboles, lo
que convierte a la calle en una zona de paseo, en un lugar sin ruido de motores
y bocinas, en contraposición con los problemas de tráfico que presentan las
calles sin peatonalizar, sobre todo aquellas estrechas como muchas del centro
de la ciudad.
Otro
punto importante es que la peatonalización llama a la gente y la gente llama al
negocio. Un ejemplo claro de esto es nuevamente Mercaderes, donde cada vez más
grandes marcas ponen tiendas y restaurantes, por ejemplo un Patio de Comidas.
La
explicación de esto es muy sencilla: para el peatón es mucho más cómodo pasear
en una calle peatonal que por una calle rodeado de autos con conductores
malhumoradas y alivian su stress tocan la bocina sin control o que pasan a toda
velocidad y gente que va de acá para allá en una acera estrecha. En síntesis,
la zona se convierte en un punto de encuentro y las empresas lo detectan,
estableciendo franquicias en la zona. (Mc Donalds, Burges Kings por ejemplo en
Mercaderes).
Y quizás
la razón más importante es el tema medioambiental . Al eliminar los autos, la
cantidad de partículas en el aire se reduce y por tanto el riego de padecer
enfermedades directamente relacionadas con la contaminación disminuye. También al
desaparecer esta clase de vehículos desaparecen sus ruidos, con lo que tú y yo
podemos pasear por el centro disfrutando de un aire mucho más saludable.
Pero no basta con
peatonalizar el centro, hay que potenciar un sistema de trasporte público
eficiente y de calidad y hay que dotar al centro de nuevas equipamientos que
potencien su papel social, económico y cultural.
El centro de Arequipa
no puede ser solo un ámbito para bancos, colegios, entidades estatales que solo
crean cierta actividad por las mañanas de los días laborables. Hay que
potenciar el aspecto comercial y los equipamientos públicos, como centros
culturales, fomentar el turismo a pie, pero realizado por los propios
arequipeños y no solo por turistas extranjeros.
Hay que recordar a
comerciantes y empresarios que las ciudades son para las personas, no para los
autos; esto es un principio básico que algunos siguen sin entender. Es absurdo (desde
mi punto de vista) pensar que si se permite pasar con autos por la puerta de un
comercio se va a vender más. Muy al contrario, las calles comerciales de más
prestigio y actividad en todas las ciudades son las peatonales (Jirón de la
Unión en Lima y Mercaderes en Arequipa) son un ejemplo de ello.
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